domingo, 25 de septiembre de 2011

Adiós

Definitivamente ya no tengo el tiempo ni la imaginación para seguir con la historia, gracias a los que si me leyeron  , aunque fueron pocas personas (xdd) siempre fueron importantes, no sé si escribiré alguna otra vez (ojalá que si) pero tengo mucho que pensar, perdón por la demora en informarles esto, es más creo que no tendré ningún comentario ya que todos se aburrieron de mi u.u adiós, hasta quien sabe cuando.

sábado, 13 de agosto de 2011

miércoles, 1 de junio de 2011

que cosas te gustan hacer ?

leer, cantar, soñar, pensar, imaginar, reír, escuchar música y escribir :)

Ask me anything

viernes, 18 de marzo de 2011

NO ESCRIBO HACE MUCHO, LO SÉ. PERO YA ENTRÉ A CLASES, SOY DEL CDA (CENTRO DE ALUMNAS) DE MI COLEGIO Y ESO ME TIENE OCUPADA Y CANSADA.. SALUDOS.
TOTAL Y COMPLETA FALTA DE INSPIRACIÓN :'(

martes, 15 de febrero de 2011

Lo siento, lo siento, lo siento. No escribo hace mucho, de seguro algunos ya se olvidaron de que esta historia existía pero mis vacaciones se extendieron un poco más de lo esperado y no había tenido internet hasta ahora, siento la demora pero este tiempo he pensado en ideas nuevas para el blog:


“Maté a su hermana”
Aquellas palabras que había pronunciado con tanta facilidad resonaron en mi cabeza por alguna razón.
Trague ponzoña y me mordí el labio como lo hacía antes.
Su pelo estaba peinada casual y un mechón le caía por encima de el ojo izquierdo, tenía una nariz respingada, pómulos marcados y una piel perfecta, debía admitir que aquella mirada intimidante lo era aún más aterradora con aquellos ojos rojos, grandes y fijos.
No estaba observando nada más que el vacío de la esquina de la habitación. Ni siquiera se limitaba a respirar ni moverse, estada como pulida en piedra.
Había algo, algo que aun no me contaba, yo sabía que esa no era toda la historia. Preguntaría yo si es que no estaba dispuesta a contármelo todo:
- ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué te diste por muerta?
Sonrió, como si hubiese adivinado en que pensaba. Mostró sus blancos y relucientes dientes blancos y por un segundo noté que sus colmillos eran más grandes de lo normal, me pregunté si yo también los tenía así.
- Me fui porque él me seguía
- ¿él?
- Adrian, quería cobrar venganza por su hermana, pero él no estaba dispuesto a dejarme ir, me quería matar sin importar que pasará – Se voltio a mirarme -. Fue así como mi viaje comenzó, de Grecia a Roma, de Roma a París, de París a Londres y de Londres a Venecia.

 Otro recuerdo llegó a mi cabeza. Venecia. Venecia. Venecia. Venecia.
Recordé como eran sus calles, recordé las casas, la gente, el mercado, recordé mi casa, mis vecinos, record… recordé mi habitación, mi patio.
Yo vivía en Venecia, Venecia. Había nacido en Venecia, había estado toda mi vida viviendo en Venecia y recién ahora lo recordaba.
- Emily… - recordé la voz de alguien. – Emily – me volvieron a llamar.
Me asomé por el gran ventanal de mi habitación y vi el pasto verde afuera de mi casa.
- Emily – la voz se volvió más fuerte - ¡Emily!

- ¡Emily! – Maryi me movía de un lado a otro como si intentara despertarme y me miraba con los ojos bien abiertos.
- ¿Qué tienes con Venecia?, ¿Acaso no recordabas que vivías ahí?
Me di cuenta de que había repetido Venecia en voz alta.
- No, no recuerdo mucho – cambié radicalmente de tema y la verdad es que no quería hablar de ello por qué ya sentía mi cabeza dar vueltas y un agudo dolor -. ¿Por eso te diste por muerta, porque Adrian te había encontrado?
Asintió con la cabeza sin darle mayor importancia al tema anterior.
- ¿Aun está detrás de ti? – mi voz sonó débil al pronunciar estas palabras.
- Si, no tarda muchos años en descubrir mi paradero, a veces pienso que tiene una especie de imán que lo atrae a mí. – volvió a fijar su vista en el vacio otra vez
- ¿Maryi?
- dime – Esta vez me miraba de nuevo
- ¿Cómo llegaste donde los Vulturi?
- El me buscó, Dimitri.
- ¿Por qué? – mi voz sonó increíblemente sorprendida.
- Aro sabe todo acerca de ti, cuando leyó tu mente lo supo, todo – puso énfasis en la última palabra – sabe desde el momento en que tu conciencia comenzó a funcionar. Vio que yo era una persona muy cercana a ti, en realidad era la única que les podía ayudar, ya que era vampiro.
- ¿Ayudar?, ¿Ayudar en qué? – pregunté
- Ayudar en desarrollar tu poder. – Siguió con la historia y su rostro ya no estaba ocupado por aquella sonrisa que le hacía lucir más joven de lo que ya se veía – Entonces Dimitri me fue a buscar. Me dijo que ellos me podían ayudar para estar segura a cambio a que yo los ayudara en algo. Fue hasta cuando llegué hasta aquí que supe que tú eras vampiro.
- ¿Cómo?
Me miró con cara de no entender mi pregunta
- ¿Cómo me puedes ayudar tu? – pregunté otra vez siendo más específica.
- Yo recuerdo como eras, es más mi poder…
- Espera – le interrumpí - ¿tienes un poder?
- Si, puedo leer las mentes, en realidad no sé si es leer las mentes, si no, que al mirarte puedo saber lo que hay dentro de ti, es como lo que piensas inconscientemente, - entendí que esa era la razón por la cual su mirada fuera tan profunda - de que  lo que te preocupa o gusta, no es muy sorprendente y la verdad es que aún no lo comprendo demasiado – mi interior se llenó de esperanzas que aun no quería alimentar, quizás era un poco más complicado de lo que pensaba.
- Guau, entonces sabes cuál es mi poder
- Más o menos.
Mis ojos se abrieron y traté de guardar mi emoción.
- Tu, tu… tu – me costaba hablar – tu puedes sacarme de aquí, si mi poder es tan poderoso puedo salir, podemos salir… será sencillo, solo esperamos a que mi poder sea lo suficientemente fuerte y salimos, ambas – sonreí.
- Emily no es tan sencillo – la sonrisa de mi rostro se esfumó por completo -, Aro podrá leer nuestra mente y aún así si queremos escapar – bajo la voz casi que era imposible escuchar por lo que me acerqué – Dimitri nos encontraría.
Sentí esa angustia otra vez de no saber qué hacer, de no saber quien realmente eres y sobre todo aquella angustia que inundaba mi corazón cada día ¿acaso tenía otra vida más haya de ser guardia de los Vulturis?
Era imposible. Nunca saldré de aquí.
- ¿Puedes contarme qué relación tenía mi poder con mi vida anterior?, ¿Cuál es mi poder?
- Emily solo entiende que no será sencillo, digamos que un 70% lo tendrás que hacer tu sola, yo no lo sé todo, solo tú podrás hacerlo.
Asentí, tampoco podía ser tan difícil ¿o sí?


viernes, 28 de enero de 2011

[#7] Atenas, Grecia

Hola aprovecho de decir gracias por los comentarios y críticas ya que siempre me sirven mucho. Gracias en especial a Leonard por ser tan sincero, tus criticas son muy buenas.
El capitulo anterior también fue el que menos me gusto de todos los que he escrito, por eso ahora me esforcé en hacer un buen capitulo, a pesar de que no es muy emocionante es uno de los que más me ha gustado.



Con mis dedos toqué la delicada tela del cortinaje color marrón, la moví un poco para poder ver afuera, ya que hace mucho tiempo no veía nada más que estas 4 paredes y la misma habitación. Miré hacia afuera, la ventana estaba con gotas desde el otro lado y era difícil ver hacía el otro lugar. Las gotitas bajaron con rapidez, pero luego volvían otra vez debido a la fuerte lluvia. Podía escuchar cuando las gotas chocaban con el cristal, un ruido para algunos molesto y para otros uno muy calmado, yo estaba en la segunda categoría, no encontraba algo más relajado que la lluvia, poderla sentir bajo tu cuerpo era una sensación maravillosa.
Noté que las gotas no caían con la misma fuerza y con el mismo intervalo de tiempo, ahora eran más lentas y pequeñas, ya había dejado de llover de seguro, solo era una pequeña llovizna.
Subí mi vista tratando de encontrar algo más que lluvia y vi una pileta a la cual ya se le comenzaba a descascarar la pintura color plata, de seguro por los años, el agua que corría por ella  y chocaba con la que aún caía desde el cielo de manera débil, formando pequeñas gotas que sobresalían de el agua de la pileta.
Las calles mojadas eran de piedra y no había nadie, es más, pareciera como si la única especie de “vida” que estuviera de aquí a muchos metros a la redonda éramos nosotros, algo que era imposible ya que el castillo ocupaba toda una manzana y luego venían casas y casas, de colores vivos, donde vivía gente y al ser un lugar turístico de Italia el castillo acostumbraba a tener a mucha gente por sus alrededores.
- Te vas a quedar todo el día mirando por la ventana o me vas a responder – me dijo molesta debido a mi demora.
- Que quieres que te diga – dije aun mirando por la ventana y apoyé mi frente en ella - ¿quieres que me alegre? – Me di vuelta para mirarle a los ojos, ahora no me intimidaba - ¿quieres que te cuente como fueron los meses luego de tu muerte? – Apreté mi mandíbula y mi cara se tenso  -, ¿quieres escuchar cuantas lágrimas derrame por una persona que creía muerta y resultaba que siempre estuvo más viva que nosotros? – sonaba tan molesta
… Apartó su mirada y bajo la cabeza.
- ¿Prefieres que estuviera muerta?
Me pilló con la guardia baja, en este momento no me había tomado el tiempo de pensar si acaso la estaba lastimando, de seguro ella no eligió esta vida, no creo que nadie lo haga.
 Me sentí culpable y por un segundo me puse en sus zapatos.
- lo siento – puse mi mano en su hombro, ella volvió a mirarme – creo que tenemos mucho de qué hablar Maryi, empezando desde tus inicios como… vampiro.
- Te lo contare todo – hizo una pausa – eres lo más cerca que he tenido de una amiga
Le sonreí.
- Todo comenzó en Grecia, Atenas. Conocí a un chico llamado Adrian. Para esos entonces yo acababa de cumplir los 21 y mi familia era muy aprensiva conmigo, no me dejaban salir con chicos si es que mis padres no lo conocían. En 1920 mi padre consiguió un trabajo como médico.
Conoció a un chico que acompañaba a su hermana pequeña a la consulta de papá, el lo encontraba agradable, tenía metas y por supuesto lo primero que se le cruzó por la mente es como se vería conmigo.
Luego de unos días papá lo invito a cenar a casa. Adrian era muy guapo: tenía unos ojos verdes hermosos, el pelo desordenado, color café y una tez muy clara, incluso me sorprendía lo blanca que era.
Salimos por casi un año y él le pidió mi mano a mi padre, todos estaban muy felices. Hasta que paso de la noche a la mañana, me vino a buscar a casa diciendo que teníamos que salir rápido lo seguí sin pensar que pasaría después.
Sus ojos ya no eran los mismos verdes tan dulces, ahora eran rojos y furiosos. Su piel era más blanca aun y temí por lo que pasaría.
Un segundo después ya estaba chupando mi sangre.
El dolor era inmenso, me dejo tirada en la calle pensando que estaba muerta, pero incluso eso hubiera sido mejor ya que cada parte, cada centímetro de mi cuerpo ardía>>

Me estremecí al recordar el dolor que yo había sentido al transformarme.

- Eso no fue lo peor, cuando me encontraron estaba lo suficientemente débil para luchar por mi vida, me dieron por muerta, ya que no tenía pulso y mi corazón por obvias razones tampoco iba a latir, me llevaron a una especie de “morgue” y me dejaron ahí hasta que mis padres llegaron. Me vieron y quise con todas mis ganas decirles que me encontraba bien pero no podía, mi cuerpo no reaccionaba a mis órdenes.

Me enterraron viva y descubrí mi fuerza al darme cuenta con la facilidad que había roto el ataúd aun con cientos de kilos de tierra encima de mí. Luego vino lo del aire, no lo necesitaba, cosa que me sirvió al momento de tratar de salir.
Cuando llegué a la superficie era de noche, por lo cual me preocupe de dejar todo como se encontraba, no quería levantar sospechas.
No volví a mi casa porque sabía que no lo tomarían bien.
Pero algo era más poderoso, incluso las ganas de ocultarme y pasar desapercibida no le ganaron a la sed. Esa fue la primera vez que maté a un humano, la hermana de mi novio>>

Adiós, cuidense

domingo, 23 de enero de 2011

[#6] Maryi

La lluvia no era indiferente, se escuchaba por todos los lugares, no se alejaba de mi, se pegaba a mi cuerpo dejándolo húmedo y  frío, pero no importaba, no importaba nada en este momento, todo se disminuía a la nada. 
Tragué saliva mientras el nudo de mi garganta hacía que me reventara en llantos, el corazón se me llenaba de intentos por explotar, por que así se sentía, sentía como mi corazón latía tan fuerte que parecía que en cualquier momento explotaría, pero eso era fácil, morir era fácil en comparación a como me sentía en este momento.
Mis pies cayeron a la tierra, llené mis piernas de barró al hincarme pero no me molestaba eso ahora. Una ola de viento hizo que me estremeciera de frío.
- Debemos irnos – dijo Cloe detrás de mí.
No respondí, no me moví, incluso ni siquiera sabía si seguía respirando.
Cada parte de mi cuerpo quería morir.
- Por favor, debemos irnos – volvió a repetir.
Se puso frente mío, tapando el ataúd que había estado mirando unas cuantas horas atrás.
El aire estaba frío, ya faltaba poco para que escureciera y no había nadie más que Cloe.
Aparté la vista hacia un lado.
El parque era inmenso, de día lo había visto tan verde, pero ahora era un verde oscuro. Había varias lápidas, algunas con unas cuantas flores coloridas, mojadas con la lluvia, pero otras tenían flores que comenzaban a morir, marchitadas, mojadas y muertas.
Una lápida sobre salía de las otras, tenía una figura, irreconocible desde donde me encontraba, parecía un ángel o quizás era otra cosa, pero lo que me llamaba la atención era que la figura sostenía una esfera que reflejaba la luz, era transparente.
- Hey – me sobresalto que Cloe hablara de repente, la mire ahora – sabes que lo siento pero debemos irnos, no quieres estar aquí cuando sea de noche.
- Si fuera posible lo haría – le dije
- Pero no lo es, así que ahora levántate y vamos.
No le tomé mucha atención cuando se fue a subir al auto que nos esperaba.
Me paré y traté de sacar la tierra que se había quedado pegada a mis rodillas.
Me acerque al ataúd de Maryi. Los doctores habían dicho que después del accidente su cara se había desfigurado, que no era posible poder verla.
Quería con todas mis ganas que no estuviera ahí adentro, pero no era posible, era demasiado tarde.
- Adiós Maryi, fuiste la mejor tutora de todas y siempre seremos muy buenas amigas.

Luego de recordar eso y ver a Maryi frente a mí comencé a sentir escalofríos.
Maryi era una de las personas que más quería, pasaba mucho tiempo con ella, pero luego de la muerte… Nada calzaba, Maryi debería estar muerta y sobre todo no siendo vampiro.
Recuerdo como era Maryi, la primera vez que la vi con esos ojos azules y el pelo dorado tan intenso parecía una muñeca. Pero algo me decía que no confiara en ella, era hermosa, pero daba miedo, su mirada era muy profunda y acostumbraba a quedarse mirándome por largos ratos, obviamente, trataba de apartar mi mirada pero era como si la clavara en mi rostro, en mis ojos mirándome fijamente.
Luego ese mal presentimiento se desvaneció, cuando nos conocimos ya era común que me miraba mientras hacia algo, es más, nos volvimos muy buenas amigas por eso me había afectado tanto su muerte.
pero no podía estar viva.