domingo, 25 de septiembre de 2011

Adiós

Definitivamente ya no tengo el tiempo ni la imaginación para seguir con la historia, gracias a los que si me leyeron  , aunque fueron pocas personas (xdd) siempre fueron importantes, no sé si escribiré alguna otra vez (ojalá que si) pero tengo mucho que pensar, perdón por la demora en informarles esto, es más creo que no tendré ningún comentario ya que todos se aburrieron de mi u.u adiós, hasta quien sabe cuando.

sábado, 13 de agosto de 2011

miércoles, 1 de junio de 2011

que cosas te gustan hacer ?

leer, cantar, soñar, pensar, imaginar, reír, escuchar música y escribir :)

Ask me anything

viernes, 18 de marzo de 2011

NO ESCRIBO HACE MUCHO, LO SÉ. PERO YA ENTRÉ A CLASES, SOY DEL CDA (CENTRO DE ALUMNAS) DE MI COLEGIO Y ESO ME TIENE OCUPADA Y CANSADA.. SALUDOS.
TOTAL Y COMPLETA FALTA DE INSPIRACIÓN :'(

martes, 15 de febrero de 2011

Lo siento, lo siento, lo siento. No escribo hace mucho, de seguro algunos ya se olvidaron de que esta historia existía pero mis vacaciones se extendieron un poco más de lo esperado y no había tenido internet hasta ahora, siento la demora pero este tiempo he pensado en ideas nuevas para el blog:


“Maté a su hermana”
Aquellas palabras que había pronunciado con tanta facilidad resonaron en mi cabeza por alguna razón.
Trague ponzoña y me mordí el labio como lo hacía antes.
Su pelo estaba peinada casual y un mechón le caía por encima de el ojo izquierdo, tenía una nariz respingada, pómulos marcados y una piel perfecta, debía admitir que aquella mirada intimidante lo era aún más aterradora con aquellos ojos rojos, grandes y fijos.
No estaba observando nada más que el vacío de la esquina de la habitación. Ni siquiera se limitaba a respirar ni moverse, estada como pulida en piedra.
Había algo, algo que aun no me contaba, yo sabía que esa no era toda la historia. Preguntaría yo si es que no estaba dispuesta a contármelo todo:
- ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué te diste por muerta?
Sonrió, como si hubiese adivinado en que pensaba. Mostró sus blancos y relucientes dientes blancos y por un segundo noté que sus colmillos eran más grandes de lo normal, me pregunté si yo también los tenía así.
- Me fui porque él me seguía
- ¿él?
- Adrian, quería cobrar venganza por su hermana, pero él no estaba dispuesto a dejarme ir, me quería matar sin importar que pasará – Se voltio a mirarme -. Fue así como mi viaje comenzó, de Grecia a Roma, de Roma a París, de París a Londres y de Londres a Venecia.

 Otro recuerdo llegó a mi cabeza. Venecia. Venecia. Venecia. Venecia.
Recordé como eran sus calles, recordé las casas, la gente, el mercado, recordé mi casa, mis vecinos, record… recordé mi habitación, mi patio.
Yo vivía en Venecia, Venecia. Había nacido en Venecia, había estado toda mi vida viviendo en Venecia y recién ahora lo recordaba.
- Emily… - recordé la voz de alguien. – Emily – me volvieron a llamar.
Me asomé por el gran ventanal de mi habitación y vi el pasto verde afuera de mi casa.
- Emily – la voz se volvió más fuerte - ¡Emily!

- ¡Emily! – Maryi me movía de un lado a otro como si intentara despertarme y me miraba con los ojos bien abiertos.
- ¿Qué tienes con Venecia?, ¿Acaso no recordabas que vivías ahí?
Me di cuenta de que había repetido Venecia en voz alta.
- No, no recuerdo mucho – cambié radicalmente de tema y la verdad es que no quería hablar de ello por qué ya sentía mi cabeza dar vueltas y un agudo dolor -. ¿Por eso te diste por muerta, porque Adrian te había encontrado?
Asintió con la cabeza sin darle mayor importancia al tema anterior.
- ¿Aun está detrás de ti? – mi voz sonó débil al pronunciar estas palabras.
- Si, no tarda muchos años en descubrir mi paradero, a veces pienso que tiene una especie de imán que lo atrae a mí. – volvió a fijar su vista en el vacio otra vez
- ¿Maryi?
- dime – Esta vez me miraba de nuevo
- ¿Cómo llegaste donde los Vulturi?
- El me buscó, Dimitri.
- ¿Por qué? – mi voz sonó increíblemente sorprendida.
- Aro sabe todo acerca de ti, cuando leyó tu mente lo supo, todo – puso énfasis en la última palabra – sabe desde el momento en que tu conciencia comenzó a funcionar. Vio que yo era una persona muy cercana a ti, en realidad era la única que les podía ayudar, ya que era vampiro.
- ¿Ayudar?, ¿Ayudar en qué? – pregunté
- Ayudar en desarrollar tu poder. – Siguió con la historia y su rostro ya no estaba ocupado por aquella sonrisa que le hacía lucir más joven de lo que ya se veía – Entonces Dimitri me fue a buscar. Me dijo que ellos me podían ayudar para estar segura a cambio a que yo los ayudara en algo. Fue hasta cuando llegué hasta aquí que supe que tú eras vampiro.
- ¿Cómo?
Me miró con cara de no entender mi pregunta
- ¿Cómo me puedes ayudar tu? – pregunté otra vez siendo más específica.
- Yo recuerdo como eras, es más mi poder…
- Espera – le interrumpí - ¿tienes un poder?
- Si, puedo leer las mentes, en realidad no sé si es leer las mentes, si no, que al mirarte puedo saber lo que hay dentro de ti, es como lo que piensas inconscientemente, - entendí que esa era la razón por la cual su mirada fuera tan profunda - de que  lo que te preocupa o gusta, no es muy sorprendente y la verdad es que aún no lo comprendo demasiado – mi interior se llenó de esperanzas que aun no quería alimentar, quizás era un poco más complicado de lo que pensaba.
- Guau, entonces sabes cuál es mi poder
- Más o menos.
Mis ojos se abrieron y traté de guardar mi emoción.
- Tu, tu… tu – me costaba hablar – tu puedes sacarme de aquí, si mi poder es tan poderoso puedo salir, podemos salir… será sencillo, solo esperamos a que mi poder sea lo suficientemente fuerte y salimos, ambas – sonreí.
- Emily no es tan sencillo – la sonrisa de mi rostro se esfumó por completo -, Aro podrá leer nuestra mente y aún así si queremos escapar – bajo la voz casi que era imposible escuchar por lo que me acerqué – Dimitri nos encontraría.
Sentí esa angustia otra vez de no saber qué hacer, de no saber quien realmente eres y sobre todo aquella angustia que inundaba mi corazón cada día ¿acaso tenía otra vida más haya de ser guardia de los Vulturis?
Era imposible. Nunca saldré de aquí.
- ¿Puedes contarme qué relación tenía mi poder con mi vida anterior?, ¿Cuál es mi poder?
- Emily solo entiende que no será sencillo, digamos que un 70% lo tendrás que hacer tu sola, yo no lo sé todo, solo tú podrás hacerlo.
Asentí, tampoco podía ser tan difícil ¿o sí?


viernes, 28 de enero de 2011

[#7] Atenas, Grecia

Hola aprovecho de decir gracias por los comentarios y críticas ya que siempre me sirven mucho. Gracias en especial a Leonard por ser tan sincero, tus criticas son muy buenas.
El capitulo anterior también fue el que menos me gusto de todos los que he escrito, por eso ahora me esforcé en hacer un buen capitulo, a pesar de que no es muy emocionante es uno de los que más me ha gustado.



Con mis dedos toqué la delicada tela del cortinaje color marrón, la moví un poco para poder ver afuera, ya que hace mucho tiempo no veía nada más que estas 4 paredes y la misma habitación. Miré hacia afuera, la ventana estaba con gotas desde el otro lado y era difícil ver hacía el otro lugar. Las gotitas bajaron con rapidez, pero luego volvían otra vez debido a la fuerte lluvia. Podía escuchar cuando las gotas chocaban con el cristal, un ruido para algunos molesto y para otros uno muy calmado, yo estaba en la segunda categoría, no encontraba algo más relajado que la lluvia, poderla sentir bajo tu cuerpo era una sensación maravillosa.
Noté que las gotas no caían con la misma fuerza y con el mismo intervalo de tiempo, ahora eran más lentas y pequeñas, ya había dejado de llover de seguro, solo era una pequeña llovizna.
Subí mi vista tratando de encontrar algo más que lluvia y vi una pileta a la cual ya se le comenzaba a descascarar la pintura color plata, de seguro por los años, el agua que corría por ella  y chocaba con la que aún caía desde el cielo de manera débil, formando pequeñas gotas que sobresalían de el agua de la pileta.
Las calles mojadas eran de piedra y no había nadie, es más, pareciera como si la única especie de “vida” que estuviera de aquí a muchos metros a la redonda éramos nosotros, algo que era imposible ya que el castillo ocupaba toda una manzana y luego venían casas y casas, de colores vivos, donde vivía gente y al ser un lugar turístico de Italia el castillo acostumbraba a tener a mucha gente por sus alrededores.
- Te vas a quedar todo el día mirando por la ventana o me vas a responder – me dijo molesta debido a mi demora.
- Que quieres que te diga – dije aun mirando por la ventana y apoyé mi frente en ella - ¿quieres que me alegre? – Me di vuelta para mirarle a los ojos, ahora no me intimidaba - ¿quieres que te cuente como fueron los meses luego de tu muerte? – Apreté mi mandíbula y mi cara se tenso  -, ¿quieres escuchar cuantas lágrimas derrame por una persona que creía muerta y resultaba que siempre estuvo más viva que nosotros? – sonaba tan molesta
… Apartó su mirada y bajo la cabeza.
- ¿Prefieres que estuviera muerta?
Me pilló con la guardia baja, en este momento no me había tomado el tiempo de pensar si acaso la estaba lastimando, de seguro ella no eligió esta vida, no creo que nadie lo haga.
 Me sentí culpable y por un segundo me puse en sus zapatos.
- lo siento – puse mi mano en su hombro, ella volvió a mirarme – creo que tenemos mucho de qué hablar Maryi, empezando desde tus inicios como… vampiro.
- Te lo contare todo – hizo una pausa – eres lo más cerca que he tenido de una amiga
Le sonreí.
- Todo comenzó en Grecia, Atenas. Conocí a un chico llamado Adrian. Para esos entonces yo acababa de cumplir los 21 y mi familia era muy aprensiva conmigo, no me dejaban salir con chicos si es que mis padres no lo conocían. En 1920 mi padre consiguió un trabajo como médico.
Conoció a un chico que acompañaba a su hermana pequeña a la consulta de papá, el lo encontraba agradable, tenía metas y por supuesto lo primero que se le cruzó por la mente es como se vería conmigo.
Luego de unos días papá lo invito a cenar a casa. Adrian era muy guapo: tenía unos ojos verdes hermosos, el pelo desordenado, color café y una tez muy clara, incluso me sorprendía lo blanca que era.
Salimos por casi un año y él le pidió mi mano a mi padre, todos estaban muy felices. Hasta que paso de la noche a la mañana, me vino a buscar a casa diciendo que teníamos que salir rápido lo seguí sin pensar que pasaría después.
Sus ojos ya no eran los mismos verdes tan dulces, ahora eran rojos y furiosos. Su piel era más blanca aun y temí por lo que pasaría.
Un segundo después ya estaba chupando mi sangre.
El dolor era inmenso, me dejo tirada en la calle pensando que estaba muerta, pero incluso eso hubiera sido mejor ya que cada parte, cada centímetro de mi cuerpo ardía>>

Me estremecí al recordar el dolor que yo había sentido al transformarme.

- Eso no fue lo peor, cuando me encontraron estaba lo suficientemente débil para luchar por mi vida, me dieron por muerta, ya que no tenía pulso y mi corazón por obvias razones tampoco iba a latir, me llevaron a una especie de “morgue” y me dejaron ahí hasta que mis padres llegaron. Me vieron y quise con todas mis ganas decirles que me encontraba bien pero no podía, mi cuerpo no reaccionaba a mis órdenes.

Me enterraron viva y descubrí mi fuerza al darme cuenta con la facilidad que había roto el ataúd aun con cientos de kilos de tierra encima de mí. Luego vino lo del aire, no lo necesitaba, cosa que me sirvió al momento de tratar de salir.
Cuando llegué a la superficie era de noche, por lo cual me preocupe de dejar todo como se encontraba, no quería levantar sospechas.
No volví a mi casa porque sabía que no lo tomarían bien.
Pero algo era más poderoso, incluso las ganas de ocultarme y pasar desapercibida no le ganaron a la sed. Esa fue la primera vez que maté a un humano, la hermana de mi novio>>

Adiós, cuidense

domingo, 23 de enero de 2011

[#6] Maryi

La lluvia no era indiferente, se escuchaba por todos los lugares, no se alejaba de mi, se pegaba a mi cuerpo dejándolo húmedo y  frío, pero no importaba, no importaba nada en este momento, todo se disminuía a la nada. 
Tragué saliva mientras el nudo de mi garganta hacía que me reventara en llantos, el corazón se me llenaba de intentos por explotar, por que así se sentía, sentía como mi corazón latía tan fuerte que parecía que en cualquier momento explotaría, pero eso era fácil, morir era fácil en comparación a como me sentía en este momento.
Mis pies cayeron a la tierra, llené mis piernas de barró al hincarme pero no me molestaba eso ahora. Una ola de viento hizo que me estremeciera de frío.
- Debemos irnos – dijo Cloe detrás de mí.
No respondí, no me moví, incluso ni siquiera sabía si seguía respirando.
Cada parte de mi cuerpo quería morir.
- Por favor, debemos irnos – volvió a repetir.
Se puso frente mío, tapando el ataúd que había estado mirando unas cuantas horas atrás.
El aire estaba frío, ya faltaba poco para que escureciera y no había nadie más que Cloe.
Aparté la vista hacia un lado.
El parque era inmenso, de día lo había visto tan verde, pero ahora era un verde oscuro. Había varias lápidas, algunas con unas cuantas flores coloridas, mojadas con la lluvia, pero otras tenían flores que comenzaban a morir, marchitadas, mojadas y muertas.
Una lápida sobre salía de las otras, tenía una figura, irreconocible desde donde me encontraba, parecía un ángel o quizás era otra cosa, pero lo que me llamaba la atención era que la figura sostenía una esfera que reflejaba la luz, era transparente.
- Hey – me sobresalto que Cloe hablara de repente, la mire ahora – sabes que lo siento pero debemos irnos, no quieres estar aquí cuando sea de noche.
- Si fuera posible lo haría – le dije
- Pero no lo es, así que ahora levántate y vamos.
No le tomé mucha atención cuando se fue a subir al auto que nos esperaba.
Me paré y traté de sacar la tierra que se había quedado pegada a mis rodillas.
Me acerque al ataúd de Maryi. Los doctores habían dicho que después del accidente su cara se había desfigurado, que no era posible poder verla.
Quería con todas mis ganas que no estuviera ahí adentro, pero no era posible, era demasiado tarde.
- Adiós Maryi, fuiste la mejor tutora de todas y siempre seremos muy buenas amigas.

Luego de recordar eso y ver a Maryi frente a mí comencé a sentir escalofríos.
Maryi era una de las personas que más quería, pasaba mucho tiempo con ella, pero luego de la muerte… Nada calzaba, Maryi debería estar muerta y sobre todo no siendo vampiro.
Recuerdo como era Maryi, la primera vez que la vi con esos ojos azules y el pelo dorado tan intenso parecía una muñeca. Pero algo me decía que no confiara en ella, era hermosa, pero daba miedo, su mirada era muy profunda y acostumbraba a quedarse mirándome por largos ratos, obviamente, trataba de apartar mi mirada pero era como si la clavara en mi rostro, en mis ojos mirándome fijamente.
Luego ese mal presentimiento se desvaneció, cuando nos conocimos ya era común que me miraba mientras hacia algo, es más, nos volvimos muy buenas amigas por eso me había afectado tanto su muerte.
pero no podía estar viva.

miércoles, 19 de enero de 2011

[#5] Insignificante

¿Llorar?, ajá, no podía llorar.
¿Gritar y correr?, de seguro alguien venía a preguntarme porque gritaba y corría como una loca.
¿Quedar en silencio y dejar que mi cuerpo muera de apoco?.
Aunque la última opción era la más deprimente, también era la más razonable, ¿que haría?, o mejor dicho ¿Qué haré?... siento como mi vida, imposiblemente, se acaba de apoco, como si soplaran la llamita que me impulsa a luchar, tratándola de apagar, soplando y soplando, acabando el aire de los pulmones, mientras la vela se consume poco a poco, matándote como el fuego lo hace, acabando con lo poco y nada que tienes.
¿De qué sirve luego seguir luchando?, ¿de qué sirve cuando sientes a un millón de personas apagar tu llama?, pero claro, dejarse vencer es de cobardes, ¿Yo soy cobarde?... ¿me arriesgue a salir por que sabía que no iba a poder hacerlo? ¿solo para probar lo que mi mente me decía? "Asumelo, no puedes salir de aquí.
Todos eran más fuertes, incluso siendo yo la más joven, todos tenían años y años de sabiduría, ¿yo?, ¿qué era yo?.. era un bebe en comparación a ellos, era una criatura sin pensamiento ni razon, alguien insignificante.
Cerré los ojos, no me gustaba pensar en lo poco que me quedaba de vida.
Me sobresalto el ruido en la puerta. Me senté rápidamente en la cama. Había tenido sueños horribles y mi aspecto de seguro no era el adecuado.
Era Alec, después de la conversación de anoche no había tenido la oportunidad de decirle gracias mas consciente, más que mal, si no fuera por el quizás estaría...
- Aro te necesita - salió de la habitacion
- Alec - lo llame y se detuvo a mirarme. Levanto las cejas y puso cara de "te escucho" - Gracias
- Ya me lo dijiste - comenzó a caminar otra vez.
Lo detuve sosteniendo su muñeca.
Se dio vuelta y quedo a solo centímetros de mi.
- Gracias - volví a repetir - de verdad gracias, si no hubiese sido por ti yo estaría...
- muerta - la verdad era que no parecía que me hubiera dicho a mi eso, si no como si estuviera hablando con si mismo.
Me empujo obligándome a entrar a la habitación otra vez. Cerró la puerta detrás de el y quedamos lo dos solos.
Puso sus labios sobre los míos y comenzó a besarme.
¿Qué estaba haciendo?. Incluso parecía gustarme ya que le correspondía todo movimiento.
La puerta se abrió de golpe y Aro entró y tiró al suelo a Alec.
Desperté.
Todo había sido un sueño, algo real, pero un sueño
Aun tocaban la puerta. Me senté en la cama y pregunte:
- ¿Si?
- Aro te necesita. - dijo Alec, y si hubiera seguido siendo humana me hubiera ruborizado al recordar mi sueño.
La verdad es que Alec no me gustaba, ni siquiera le veía como un chico atractivo y no tenía idea de por que había soñado eso.
- Gracias Alec por lo de ayer.
A diferencia de mi sueño, Alec no se voltio a mirarme, solo se limito a seguir caminando.
Lo seguí y llegamos al gran salon donde acostumbraban a estar los Vulturi.
A penas entre vi a una joven, alta, pelo rubio cayendo por los hombros, tez clara, e incluso atreví a adivinar el color de sus ojos: azules, como el mar, o tal vez eran así cuando era humana.
Estaba de espaldas a mi, y la podía ver tensa.
- Hola - me saludo Aro.
- Hola - me limité a decir.
- Quiero presentarte a Maryi
Mire a la chica, sus ojos estaban rojos.
- Pero no debo presentártela cierto. De seguro ya sabes quien es.
Me pregunte porque debía saberlo, entonces fue cuando el recuerdo de cuando aun era humana llego a mi cabeza casi chocando con mi cerebro. Un recuerdo que, si hubiera seguido siendo humana, me hubiera partido el corazón y haberme reventado en lágrimas.

sábado, 15 de enero de 2011

CONCURSO

El librero de TetsuHana

Hola esta es una entra para un concurso nuevo :)
1- El concurso es Internacional, es decir que cualquiera con una dirección postal puede participar
2- El concurso tendra una duración de poco más de un més iniciando hoy y terminando el 28 de Enero de 2011 a las 23:59 hora Ciudad de México.
3- El concurso se hara en dos parte, la primera será la inscripción a este donde obtendran un máximo de 21 puntos, esta terminará el día 24 de Enero de 2011 a las 23:59 hora Ciudad de México, la segunda parte serán cinco actividades que se realizarán durante la semana del 24 al 28 de Enero de 2011 donde se obtendran más puntos dependiendo de cada actividad.
4- Habra 3 ganadores que se darán a conocer el día Lunes 31 de Enero de 2011, la mecanica de como se seleccionara sera sencilla, los dos primeros ganadores serán por la mayor cantidad de puntos que obtengan en la suma de los puntos de inscripción más los de las cinco actividades y el tercer ganador se selecionara por Random.org participando con los puntos obtenidos en todo el concurso.
5- El primer ganador se llevara tres libros, el segundo dos libros y el tercero (seleccionado por Random.org) un libro, que seleccionarán de la siguiente lista:

Graceling de Kristin Cashore
El Príncipe Maldito de Ramón Obón (para mayores de edad)
El Aliento de las Tinieblas de Karen Chance (para mayores de edad)
Vampire Academy de Richelle Mead
Contra el Viento del Norte de Daniel Glattauer
Muerto Hasta el Anochecer de Charlaine Harris (para mayores de edad)
Ciudad de Huesos de Cassandra Clare
Medianoche de Claudia Gray
Placeres de la Noche de Sherrilyn Kenyon (para mayores de edad)
Hush Hush de Becca Fitzpatrick
Memorias de una Geisha de Arthur Golden
Eragon de Christopher Paolini
Temblor de Maggie Stiefvater
Luces del Norte de Philip Pullman
El Princípe Oscuro de Christine Feehan (para mayores de edad)
El Quinto Dragón de Paulina Aguilar Gutierrez
El Clan de la Loba de Maite Carranza
El Jinete del Dragón de Cornelia Funke
La Emperatriz de los Etereos de Laura Gallego García
Maze Runner Correr o Morir de James Dasher


Si quieres participar haz click AQUI


PDT: No es necesario que comentes esta entrada, puedes comentar la novela :D

[#4] Todo

la sangre tibia de aquel chico recorría todo mi cuerpo, me hacía mas poderosa, mas fuerte y mejor que los otros. No deje de succionar toda la sangre hasta que deje su cuerpo completamente vació. Tendí con delicadeza el cuerpo en el piso de piedra y me di vuelta, todos estaban demasiado ocupados chupándole la sangre a la gente.
Era mi oportunidad. Mi oportunidad para salir de aqui y escapar.
Sin pensarlo dos veces mientras las puertas volvían a abrirse corrí lo más rápido que pude y llegue a afuera, había una chica de pelo castaño. Humana. Por lo que no tomé en cuenta.
Corrí por los pasillos, no tenía mucho tiempo para que se dieran cuenta de que no estaba ahí, recordaba un poco de como era el lugar: al final del pasillo, tenía que doblar a la izquierda.
Corrí más fuerte aun, ya casi llegaba al final del pasillo, entonces cuando doble a la izquierda ahí estaba ella: Jane, tenía la vista tranquila, y no se sorprendió al verme.
Me quede quieta.
- ¿Pensaste que eramos demasiado estúpidos para dejarte libre así como así? - me pregunto
no le respondí.
- chica, me temo que cada vez mi paciencia se agota y tu... - dijo y comenzó el dolor en mi cuerpo. Me estremecí y caí al piso - tu no haces otra cosa que intentar escapar.
grite de dolor, no se detenía, tampoco vi que pensara hacerlo.
- ¿Sabes que puedo matarte?, puedo hacerlo incluso ahora
Sentía el dolor en cada parte de mi cuerpo, mi mente se bloqueaba, incluso era difícil pensar.
- ¡Jane! - dijo alguien detrás mio, Jane no esperaba eso y la sobresalto.
ella no se detuvo, simplemente dirigió una sonrisa desvergonzada a quien le hablaba.
- ¿Qué haces?, ¿Estás loca? - le dijo la voz borrosa.
- Querido, solo jugaba con ella.
Alguien me tomó en brazos y me sostuvo con delicadeza.
- Sabes que si Aro se llega a enterar que por poco la matas la única perjudicada serías tu.
Jane no contesto, ahora no podía ver su expresión. Pero se había detenido el dolor, solo me había dejado muy débil.
Me cargaron, no sabía a donde me llevaban. Caminaron y me cargaron hasta la habitación donde me encontraba antes de todo este altercado.
Me dejaron en la cama, ahora tenía mas fuerzas que antes.
Mire a quien me traía, era Alec.
- Gracias - dije cuando se alejaba.
- No lo hago por ti - respondió, me sentí ofendida, o tal vez me dolía, tenía las esperanzas de que alguien, por lo menos en todo esto, iba a ser bueno conmigo - lo hago por Jane.
- Deberías haber dejado que me matara, sería todo más sencillo.
- ¿sencillo? - me contradijo - ¿crees que seria la mejor solución?, No es tan sencillo, Aro te quiere, te quiere a ti y a tus poderes junto a el, sabes que hara lo que sea por tenerlos, y lo conseguirá.
me dolió la honestidad de sus palabras.
- Caminaras a la izquierda de Aro toda tu existencia - cambio "vida" por existencia - siempre, como si cadenas te amarraran.
No quería eso.
- Lo dices como si fuera algo malo
- Lo es - me respondió
- entonces ¿por qué te encuentras aquí?
- Es lo único que tengo, no hay nada luego de los Vulturi, incluso me comenzó a agradar luego de unos años.
- ¿Qué es?
- ¿El que?
- Mi poder, ¿Que hace?
Pareció saber la respuesta pero no querer contestarla.
- Todo
se limito a decir, aunque no me decía mucho con "todo", sabía que Aro lo necesitaba.

lunes, 3 de enero de 2011

[#3] Asesina

El resplandor que rebotaba en mis párpados logró despertarme luego de varios minutos luchando con el sueño. Aunque no era necesario que durmiera, ya que nunca me cansaba, era un buen pretexto para calmarme y dejar de pensar.
Fui al tocador y cepillé la maraña de mi cabello, lo tomé con el elástico que aun tenía en mi muñeca y deje el peine otra vez en el tocador.
Fui hasta la ventana, corrí las cortinas y la abrí, o mejor dicho, eso intenté de hacer, al tratar de abrirla no conseguí nada, al igual que la puerta la ventana  estaba amarrada con cadenas y un candado.
Me senté otra vez en la cama, rendida. No sabía que hacer, no sabía en qué pensar, ya que si lo hacía me comenzaría a doler la cabeza de tanto tratar de recordar momentos que para mí son más borrosos cada vez que intento recordarlos.
No podía hacer nada… Un ruido hizo que me sobresaltara, las cadenas moviéndose, un candado abriéndose y por último, la puerta que todo el tiempo había visto cerrada se abrió.
- Hey tu – dijo Alec, tosco – es hora del desayuno.
Había olvidado por completo que tenía que comer, a diferencia de otros vampiros con tan poco tiempo como yo, estarían sedientos en solo días, yo, al contrario, puedo estar varios días o más de una semana.
Me hizo señas con su cabeza de que siguiera por adelante.
Camine junto a él sin decir ni una sola palabra.
Llegamos a donde todo había comenzado, la enorme sala con tres asientos color sangre. Ahí estaban Aro, Cayo y Marco.
Mis pupilas se dilataron en cuanto el olor a sangre tibia recorrió mi cuerpo. Solo había una cosa que quería hacer: matar
Alec se tensó como yo a mi lado, Cayo se aferro al asiento para no salir corriendo y Aro guardo la compostura, aunque no podía disimular esa desesperación que reflejaban sus ojos.
Luego entro por las grandes puertas la gente que todas esperábamos, guiados por Heidi, la vampiro que podría ser por lejos la más hermosa de todas. Caminaba con su figura delgada y acinturada, con la melena color rubio moviéndose tras de ella y aquella ropa que era sorprendentemente provocativa le hacía ver solo a ella elegante. Tenía los ojos grandes y violetas debido a los lentes de contacto azules que se ponía, sus ojos eran rojos pero con las lentillas se veían violeta. Su cara pálida mostraba una cara indifente.
Cuando ya toda esa gente estaba dentro mirando expectantes cada movimiento, las puertas se cerraron y comenzó todo.
Aro, Cayo, Marco, Alec, Heidi, todos los Vulturis se abalanzaron contra la gente.
A pesar de la sed que sentía no hice nada, me quede quieta buscando a alguien. Pero todo era tan difícil, no podía dejar de pensar en lo asesina que era, quizás aquellas personas tenían familia, hijos, hermanos y yo les arrebataba su vida así como así, que egoísta soy, solo lo hago para mi beneficio, ¿Acaso no había otra manera?
Alec posó sus ojos en mi por un momento mientras tendía con delicadeza el cuerpo de una muchacha en el suelo. Tenía los ojos tan abiertos y de seguro se estaba preguntando porque no salía en contra de alguien.
Su mirada se relajo y aparto la vista.
Mire a quienes quedaban, habían solo más y más gente horrorizada, deje que mi instinto depredador y asesino me guiara, esta era la única forma.
Me aválense contra el chico.

Siento la demora, se que dije que subiria hace mucho tiempo pero no pude, FELIZ AÑO NUEVO :)