- No respires - me ordenó, sonaba mucho mas como una amenaza por su tono duro y seco de voz. Aunque no quería que nadie me comenzara a obligar ahora, lo hice, solo por el hecho que de seguro había algo que me hiciera descontrolarme y comenzar a desesperar.
El hecho de que Aro me sujetara del brazo justo ahora me hacía sentir cada vez más débil.
Se enteraba de cada cosa que había pasado, incluso de las que no recordaba, cuando si era humana.
No quería mover ya que cualquier movimiento en falso Aro seria capaz de sacarme el brazo y hacerlo añicos, para luego matarme, aunque no si antes me hacia sufrir un gran mártir y no le importaría el gran don que-según dice el- le serviría de algo.
Ni yo sabía cual era ese don, ni siquiera sabía como funcionaba, ni que hacía, tampoco sabía como hacerlo funcionar. No hallo en que puede servir una persona, ni siquiera se si me puedo llamar persona, mejor dicho entonces un vampiro, sin saber el porque de todo este asunto.
- Yo si lo se, se de que trata tu extraño don y si es necesario yo haré que aprendas a ocuparlo - Aro me susurró, estaba tan cerca que pude sentir sus fríos labios rozando mi oído, y aquella brisa que, si hubiera seguido siendo humana, me habría hecho sentir un escalofrío por toda mi espalda.
Deja de pensar en cosas que te harán mal, me ordené.
Aro aun seguía apretándome el brazo y obligándome a avanzar por los oscuros pasillos del castillo de Volterra.
Una gran puerta estaba frente a nosotros, y una chica, tez clara, pero no traslúcida, pelo marrón cayendo por su espalda y ojos color plomo, si, plomos como son muy difíciles de encontrar. Era delgada y vestía como una empresaria que recibe a muchas visitas. Tenía falda corta y sus altas piernas junto a sus tacos color rojo la hacían ver de casi un metro ochenta, quizás sin los tacos media solo un metro setenta y dos.
Abrió la puerta y me sorprendió al ver que la abría con tanta facilidad, al ser humana por lo menos debía de tomarle unos segundos abrir una puerta de más de 5 kilos de peso.
Aquella gran habitación que se extendía a nuestros pasos era iluminada con luz artificial.
piso de mármol con pilares estilo griego corintio, los mas elegantes de todos.
Habían tres sillas vacías, con asiento aterciopelado rojo sangre y decoraciones doradas, doradas de el oro que tenían.
Supuse quien estaba ligeramente mas alta era la de Aro, la de su izquierda y según desde donde yo miraba derecha, era la de Cayo y la de la derecha y desde yo miraba era la izquierda la de Marco.
Aro comenzó a caminar otra vez.
- Veo que traes a la chica de que tanto hablabas - Dijo una voz.
Subí la cabeza, era Marco.
Aro me soltó y me detuve para sentirme libre otra vez, ahora podía pensar lo que quisiera.
- Querido Aro ¿Sigues pensando que su habilidad nos servirá de algo? - Dijo Marco, me miró.
- Si, es un caso "especial"... Además su sangre era tan tibia que me hace ahora, que su sangre fluye por mi cuerpo querer tenerla conmigo, o acaso crees ¿que no me pertenece?.
- ¿Aro... fuiste tu? - dije las palabras, pero sonaban despacio y incluso costaba que salieran de mi boca.
- ¿No te acuerdas?, la mayoría de los vampiros recuerda el fuego corriendo por sus venas, cuando gritaban de dolor, cuando le chupaban la sangre y sobre todo la persona que les convirtió.
Me estremecí al recordar el dolor, pero, yo no había recordado que había iniciado el fuego.
- ¿Por qué lo hiciste? - le pregunté, esta vez estaba mucho mas firme y las palabras salieron con facilidad. Quería saber porque no me había matado.
- Por lo mismo que tu, por sed, y además tu sangre era tibia, exquisita. - Agregó.
- Esa no era mi pregunta - le aclaré.
- Dime querida - sonó muy dulce su voz - a que te referías con: ¿Por qué lo hiciste?
Dudé en preguntar y el al notarlo se acercó rápidamente a mi.
Lo noté y pude esquivarlo.
No me tocó y ya trataba de nuevo de hacerlo. Camine tres pasos hacía atrás y volví a esquivarlo, pase por detrás de él y luego me detuvo, tenía su mano en mi cuello y me tenía ligeramente levantada.
Me miraba a los ojos, es más sabía lo que pensaba en estos momentos.
"Te odio, tu has hecho que esto sea mi vida, yo no lo quería", pensé... espere que eso lo escuchara con gritos ya que así lo pensé yo.
- ¿Por qué no te mate? - Sonrió y me bajo sin despegar sus fríos dedos de mi cuello. Es más creo que con la otra mano me tenía afirmada de la espalda. - Yo quería hacerlo, pero cuando lo estaba haciendo algo paso, algo hizo que me detuviera, eras tu, demasiado fuerte para seguir siendo humana.....
HOOLA, primer capitulo wooa.. espero les guste. Comentenlo please...
Tendré que empezar desde 0 :)
PDT: si es que se dieron cuenta sale ARO, CAYO Y MARCO.. esto es de crepusculo y si, hare con los personajes de crepusculos (algunos, muuuy pocos) la mayoria vulturi.. pero no les puedo contar porque :)
me encanta!
ResponderEliminarquien es la chica??
ya me dejaste intrigada con este principio!!
sigue asi ;)
te leo!!
por cierto: adoro el diseño. ni mejor ni peor que el otro, cada uno con su encanto :)
te seré sincera, me había prometido no leer más historias de vampiros, pero al tuya se ve demasiado buena como para no leerla :D FELICITACIONES :D me ha atrapado desde el principio :D
ResponderEliminarcuidate
mil besos
me encanta!! pero dejas mucha intriga!!!
ResponderEliminarte sigoooo!!!
es precioso el blog!!
sigueme si quieres!!:)
unbesoo!!
FELIZ NAVIDAD